¿Qué es el lecho de arena y qué importancia tiene en la colocación de adoquines?

En más de una ocasión te hemos hablado de la importancia de llevar a cabo una buena colocación de adoquines para que el pavimento resulte resistente y dure en el tiempo. El adoquinado de hormigón está conformado por una serie de estratos previos a la ubicación de los adoquines. Y una de estas capas es un lecho de arena sobre la que descansará el empedrado. Esta cama arenosa desempeña varias e importantes funciones. La primera de ellas es la de aguantar y transferir el peso de los vehículos. Esta capa también va a mitigar las posibles diferencias existentes entre los distintos espesores de los adoquines. De esta forma se conseguirá una superficie uniforme y estética. En este post queremos contarte un poco más sobre ella…

¿Qué es el lecho de arena?

Además de las características anteriormente descritas, el lecho arenoso desempeña también una función de drenaje. Para esta función los granos de arena han de tener un tamaño de entre 2 y 6 milímetros. Este sustrato además influye de forma considerable en la operatividad del pavimento, concretamente en la dimensión de las distintas deformaciones ocasionadas por el tráfico en el empedrado. El grosor inicial de este lecho de arena es conveniente que esté entre los 3 y los 5 centímetros. Una vez que empieza a sufrir el peso de los vehículos que transitan, este espesor se va a reducir. Lo ideal es que nunca sea inferior a los 2 centímetros. Se ha comprobado que las arenas de grano anguloso muestran un mejor comportamiento que las de grano redondo.

Arena lavada y limpia

La arena que componga esta base debe ser una arena limpia y correctamente lavada. Es válida tanto la arena natural como la sintética, pero en ambos casos no debe haber una cantidad de arcillas superior al 3 %. También hay que evitar la presencia de sales que puedan resultar perjudiciales y de otras materias extrañas. De esta forma, esta capa permanecerá estable y se evitará la absorción de agua. La arena debe estar totalmente seca a la hora de extenderla para formar esta capa.

Hay que tener en cuenta que no se debe nunca añadir otros elementos como cemento, mortero o cal, puesto que puede fallar el sistema de sellado. Asimismo, se desaconseja el uso de arenas de origen calizo, debido a su excesivo contenido de polvo, en cuyo caso se podría empañar la superficie de empedrado.

Pese a que la constitución de este sustrato únicamente con arena es recomendable, en determinadas circunstancias puede ser aconsejable añadir algún otro elemento que ayude a compactar la base y reforzar la capacidad de sellado. En zonas donde haya una pendiente pronunciada, superior al 9 % de desnivel, y donde las lluvias copiosas sean frecuentes, es preferible que este lecho arenoso vaya reforzado.

¿En qué influye el lecho de arena sobre la pavimentación?

La importancia de este lecho de arena va a influir en numerosos aspectos relacionados con la pavimentación, tanto en su componente funcional como en su estética. Entre otros aspectos, determina la uniformidad de la superficie del empedrado, tanto en su vertiente longitudinal como transversal. Esta regularidad repercute directamente en la comodidad de los usuarios, puesto que evita movimientos bruscos en el vehículo.

También influye en la evacuación de agua en la superficie del pavimento de forma rápida. De esta forma se impide la formación de charcos, tan molestos para los vehículos y los peatones. Por último, influye también en el ruido producido por la rodadura de los vehículos. Por lo tanto, cuando se va a ejecutar un pavimento con adoquines de hormigón, el lecho de arena desempeña una función muy importante en el rendimiento que vaya a ofrecer dicho empedrado.

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